lunes, 30 de enero de 2006

Brrrrrrr.... Brrrrrrrrr....
El ratoncito se ha hecho madrugador por motivos laborales... y cuando llega a su puesto, aún reina la oscuridad en la calle, llega el primero, enciende las luces y su ordenador, hace frrrriiiiioooo....
Llega P. saluda con un Buenos días!, y lo primero que hace es acercarse al termostato y ponerlo a tope.
Llega J. Saluda y se sienta en su sitio.
Comienza a llegar más y más gente, hasta que a las 8:30 estamos todos ya trabajando.
A la media hora comienzan las discusiones:

Qué calor hace aquí!
Pues yo estoy helada!
Pero si es que vienes en camisa, ponte algo de más abrigo!
Bueno, yo bajo la temperatura...


De pasar frío nada más llegar, a pasar calor y otra vez frío, pasa menos de una hora...
Sobre las 10 vuelve la discusión...

Qué frío hace aquí....
Pero qué dices P. si ahora hace muy bueno!
Pues yo subo la temperatura!.


Y así sucesivamente a lo largo de toda la mañana...
Resultado:
El ratoncito ha estado enfermo, ha cogido frío y lleva unos días con dolor de tripa, y de todas las articulaciones... El próximo día me cargo el termostato en 22 grados.

domingo, 29 de enero de 2006

Diario de un español en Kenia VI
Primera visita a Mombasa (29-01-2005)
Casi llevábamos un mes en Kenia y apenas conocíamos el país. Pasábamos casi todo el tiempo en el hotel por lo que decidimos hacer una escapada a Mombasa.

Había que organizarlo para que el “Matato” viniese a recogernos al hotel a las 6 de la mañana, pues, aunque Mombasa estaba a 150 kilómetros, la carretera era muy mala, y en realizar el trayecto desde Voi, se tardaba unas tres horas.
Alguien de producción nos proporcionó el teléfono de un taxista “Atanás”. Cerramos el precio en unos 2000 “shilings” por cabeza por el viaje y por guiarnos durante el día.
El matato es una furgoneta tipo Nissan Vanette, con nueve plazas para pasajeros, se suelen utilizar para realizar safaris por los parques nacionales porque además tienen el techo abatible.

A las seis de la mañana, el grupo de “ciervos” estábamos preparados en el hall del hotel. A mi me tocó el asiento de la muerte, es decir, el de acompañante del conductor, y se llama precisamente por el elevado número de muertos por accidentes de tráfico que se producen en este país, siendo esta plaza una de las más peligrosas...
Durante todo el recorrido tuvimos la sensación de peligro porque como he dicho la carretera estaba fatal, sin señales, destrozada y además circulaban muchos camiones de mercancías que enlazaban el puerto de Mombasa con la capital, Nairobi.

A medida que nos acercábamos a la costa empezaron a surgir palmeras en medio de la vegetación que rodeaba los laterales de la vía. El clima parecía más suave, pero el calor era más pegajoso.
Mombasa era una ciudad grande, inmersa en un caos “organizado” de tráfico, gente por las calles, tiendas, vendedores...
La primera parada que hicimos fue visitar una fábrica de esculturas de madera artesanales Akamba. Allí vimos como trabajaban con mucha habilidad todo tipo de madera, creando bellas tallas de animales, masais, etc.

Después de hacer unas compras, Atanás nos llevó a una de las paradisíacas playas en el extrarradio de la ciudad: Bamburi Beach.
Reservamos una mesa en el restaurante italiano “Pirates”. Estaba a pie de playa y tenía unas vistas espectaculares.
Nos dimos el primer baño en el Índico... el agua estaba como un caldo y la marea estaba baja por lo que tuvimos que entrar muy dentro...

De repente Zaorejas se topó con un amigo muy indeseable que le clavó varias espinas... Un erizo de mar. Estaban por todas partes, así que poco a poco y con cuidado salimos del mar para evitarlos...
La comida ya estaba lista... Unas langostas, y una ensalada con tostas a un precio increíble!!!
Celebramos con champán la futura paternidad de Zaorejas, que hacía unos pocos días se había enterado de que tendría una pequeña zagala.
Al anochecer regresamos al hotel, cansados pero muy contentos por el día que habíamos pasado, cosa que Atanás no compartía pues quería cobrarnos más dinero del ajustado. Más adelante otros compañeros tuvieron problemas con este conductor, por lo que terminó por ser uno de los que no realizarían más trayectos con el equipo, en beneficio de Steve que era todo lo contrario a Atanás, pero eso lo dejo para otro día.

jueves, 26 de enero de 2006

Efemérides...

Nacieron tal día como hoy:

1695. José Quer, botánico español, creador del Jardín Botánico de Madrid
1743. Francisco Requena y Herrera, militar español
1764. Jean Baptiste Bernadotte, mariscal francés que llegó a ser rey de Suecia y Noruega
1865. Sabino Arana, político español, fundador y primer presidente del PNV
1877. Kees Van Dongen, pintor holandés
1880. Douglas MacArthur, general estadounidense
1883. Juan Zaragüeta, filósofo español
1904. Manuel Lora Tamayo, químico y político español
1918. Nicolae Ceaucescu, ex presidente de Rumanía
1920. Akio Morita, ex presidente de Sony Corporation
1925. Paul Newman, actor y director estadounidense de cine
1926. José María Valverde, escritor y profesor español
1927. José Simón Azcona Hoyo, político hondureño
1927. Joaquín Barraquer, oftalmólogo español
1928. Pedro Masó, director español de cine
1941. Rafael Arias Salgado, ministro de Fomento
1942. Eugenio Breogolar, diplomático
1942. Rafael Arias Salgado y Montalvo, político español
1943. Huey "Piano" Smith, músico
1943. Angela Davis, política
1948. Miguel Angel Martin, entrenador de baloncesto
1950. Jarmila krstochvilova, atleta retirada
1957. Eddie Van Halen, músico
1958. Norman Hassan, músico
1960. Rafael Amador, músico
1960. Michael Hutchence, músico
1960. Wayne Gretzky, jugador de hockey sobre hielo
1963. Andrew ridgeley, músico
1978. El Ratoncito Pérez.

miércoles, 25 de enero de 2006

Felices sueños...

Este ratoncito lleva un par de semanas que duerme feliz...
No sabía porqué en mitad de la noche se despertaba.¿Habría fantasmas?, no lo creo, el dueño del piso seguro que no lo habría permitido.
Dando vueltas al asunto, por fin me he dado cuenta de que hace mucho tiempo que no oigo el maldito reloj del que ya hablé en el post “Todos los días son nochevieja”.
¿Qué habrá ocurrido?, ¿Se habrán mudado los vecinos?, ¿se habrá roto la manecilla de darle cuerda?, ¿o habrá hecho la mujer tirita una intrusión al más puro estilo Misión Imposible como ya avisó?
No lo sé, pero qué tranquilidad durante todo el día y toda la noche!, lo peor de todo es que ahora tengo que preguntar la hora!.

sábado, 21 de enero de 2006

Diario de un Español en Kenia V
¡A chuparla! (Poblado Masai: 23/01/05)

La temporada de lluvias había llegado a su fin. Las horas de sol duraban desde las seis de la mañana hasta casi las siete de la tarde.
Cada día hacía más calor y el color verde con que nos dio la bienvenida la sabana, ahora se tornaba rendida hacia un color más dorado.
Exponerse demasiado tiempo directamente al sol era muy perjudicial, pues enseguida la piel podía sufrir quemaduras con mucha facilidad a pesar de utilizábamos protector solar de elevado factor.

La dinámica del trabajo comenzaba a volverse una rutina, con alguna que otra “sorpresa”, pero habíamos dejado atrás los nervios y la ansiedad de los primeros días.
Aquella tarde librábamos el grupo de ciervos que solíamos juntarnos más a menudo, por lo que decidimos hacer una excursión...
Nos habían hablado de un poblado Masai que se encontraba a una media hora de camino del hotel. A todos nos pareció una buena idea, por lo que después de comer llamamos a un par de taxistas, creo que eran “Elvis” y “Steve” los que nos llevaron ese día.
En el fondo íbamos un poco “acojonados”, en su mayor parte debido a los consejos del Doctor Pulmón, que nos había recomendado no acercarnos mucho a los masai, pues solían estar bien “equipados” de parásitos... véase pulgas, garrapatas o ladillas.

El viaje se hizo corto, pues en el “Amor e Vita” siempre reinaban las bromas y las risas.
Llegamos a el poblado, que se encontraba retirado a unos cientos de metros de la carretera Nairobi – Mombasa. Todo él estaba rodeado por un muro de zarzas y ramas secas que hacían infranqueable el lugar, salvo por las pequeñas entradas dispuestas en puntos estratégicos del poblado.
Varios Masai salieron a recibirnos nada más bajar de los coches. Tras regatear durante unos minutos, logramos un precio razonable por una visita guiada por el poblado, con muestra de costumbres y tradiciones.

La verdad es que era bastante teatro lo que hacían allí, pero en el fondo todo era real...
Nos enseñaron a hacer fuego, sus cabañas, como hacían la comida, la leche mezclada con sangre y sus danzas más espectaculares.
El masai que nos guiaba un hijo del Grand Papa o Jefe del poblado, que para vergüenza al menos mía, sabía hablar varios idiomas, aunque no español... (aquí en España hablamos el castellano y mal...)

Nos enseñó la garra y un colmillo del león que tuvo que cazar para convertirse en hombre, en un rito típico masai, que no creo que en la actualidad dudo que se siga realizando... El tipo se sacó los objetos de sus partes, y con el miedo a las ladillas, ese colmillo y esa garra nos parecieron bastante peligrosos...
También entramos en las chozas, y por no hacer un feo entramos hasta el fondo de una de aquellas construcciones, con pequeños agujeros a modo de ventanucos y que servían de respiraderos y para evitar la entrada de animales salvajes... Allí olía fatal, y con el miedo a las ladillas, imaginaros!!!

Una vez más la mirada inocente de los niños fue lo que más me impactó, pero habría un día en el que también me emocionaría bastante, pero eso ya lo contaré en otro post...
En ese poblado es en uno de los lugares donde mayor sensación de pobreza tuve, sobre todo cuando visitamos la escuela acompañados por dos o tres críos, con la cara mocosa y llena de moscas, pero con una sonrisa que iluminaba sus sucias caras...
Nos seguían a todas partes, les dimos las botellas de agua y casi provocamos una pelea... para que os hagáis una idea de cuanta miseria había allí.
Luego conocimos a los más ancianos del lugar que nos dijeron que tenían una barbaridad de años (no nos creímos nada).

Fue una gran tarde, tanto en lo cultural como en lo espiritual...
En este post pondría tantas fotos... Os tendréis que conformar con unas pocas.
Recuerdo que allí compre a un masai el collar del colmillo...
Volvimos al hotel, pero en el maletero venían montados cuatro masais!!!!
Nos preguntaron como se decía Adios en español...
La verdad es que fuimos un poco capullos, pero así era el Amor e Vita, siempre de cachondeo...
Les dijimos: “Good bye in spanish is A chuparla”
Paramos junto a un pueblo para que bajasen los masai, y el otro taxi llego hasta nuestra altura.
El espectáculo para los otros que venían en el otro taxi fue impresionante: Cuatro masais larguiruchos como son ellos agitando sus lanzas y manos, gritando: “A chuparlaaa!!”, “A chuparlaaaa!!!”, “A chuparlaaaaaa!!!!”.

jueves, 19 de enero de 2006

Cinco particularidades

A petición de Chasky coloco aquí cinco manías o costumbres adoptadas por este ratoncito a lo largo de los años...
1 Cuando pido una cerveza, me gusta quitar las pegatinas que tiene el cuello de la botella; una vez me dijeron que eso era un síndrome de necesidad sexual, pero no es cierto porque lo hago tanto en épocas de sequía como en épocas doradas...
2 Odio que la gente hable dando voces y los portazos en lugares pequeños, me hace daño en los oídos y me desconcentra...
3 Uno de mis puntos débiles es que me rasquen la espalda haciendo círculos desde la parte más externa hasta el centro.
4 Me gusta estudiar o relajarme escuchando música en la que suene un piano.
5 Antes de irme a dormir me gusta tocarme los dedos de los pies... ya se que es una guarrada, pero a mi me relaja después de haber estado todo el día de pie, además seguro que muchos de los que leéis esto os tocáis otras cosas y nadie os dice nada.
Pues eso, hay otras cosas pero con estas vale por hoy... me voy a tocar los dedos de los pies
¡Hasta mañana!

miércoles, 18 de enero de 2006

Un curro digno... por favor!!!!

El ratoncito Pérez tiene otra vez trabajo... es algo efímero y mal pagado, pero bueno, como dice un conocido, es mejor un mal trabajo que un buen paro ( yo todavía lo estoy sopesando).

El trabajo es bastante monótono y no muy complicado, lo peor es el horario y que he cambiado el estar rodeado por gente joven por otra bastante mayor, con lo que el ambiente huele un poco a rancio y las bromas no son bromas, son chistes malos.

Una compañera ya me ha empezado a contar cotilleos, que la verdad a mi ni me van ni me vienen, pero por no hacerle un feo, pues he estado escuchando, hasta que ha llegado al punto de contarme que había un loco...
Bueno, ya se sabe en todos los curros siempre hay el típico loco que te imaginas que cualquier día prepara la de Puertourraco... conozco a alguien que incluso amenazó con hacer una cosa similar... El Doctor Brigato también sabe de quien hablo... ¿a qué si?.
El caso es que el loco de mi nuevo curro, da la casualidad que se sienta a mi derecha.
Maldita la gracia que me ha hecho cuando me han contado que un día montó una gorda en el curro, y que si es esquizofrénico y que si tal y que si cual... Con lo poco que pagan y encima es una profesión de riesgo!!!!.

Creo que el trabajo que me han encargado lo termino en mes y medio, pero yo me voy a aplicar, aunque cobre menos, para largarme de allí.

Si mi blog alguna semana tarda en actualizarse, entonces... ¡¡Estaré de vacaciones!!!

domingo, 15 de enero de 2006

Diario de un español en Kenia IV
Vamos a movernos por Voi (15-01-2005)

Aquella noche celebramos la primera fiesta oficial de todo el equipo, claro que había gente trabajando y no pudieron asistir. Yo mismo tenía que madrugar mucho la mañana siguiente por lo que no quería quedarme mucho tiempo.Se hizo una barra improvisada al aire libre, lejos de las habitaciones del hotel para no molestar a los que querían dormir, ni a la gente que estaba trabajando en la redacción. Detrás de ella tres camareros del hotel se afanaban por servir bebidas a el numeroso grupo de asistentes a la fiesta... No daban abasto, porque no servían directamente, sino con un medidor... pronto asaltamos la barra y cada uno se sirvió lo que quería, era mucho más cómodo y rápido. El hielo se acabó rápido, y eso que al principio nos daba miedo consumir agua por consejo del médico. Los camareros nos miraban con cara de susto, y se marcharon, desde aquel día todas y cada una de las fiestas que organizaba producción carecía de camareros, sobraban...
El caso es que me tomé un par de Bond 7 con Cola y me disponía a ir a dormir, cuando el Doc apareció en escena con cara preocupada hablando con el director sobre una posible intoxicación de los concursantes...
Efectivamente, los Samburu habían salido a cazar por la sabana, y volvieron al campamento con dos huevos y un cesto lleno de bayas de la vegetación cercana.
Al parecer habían cocido las bayas y se habían dado un buen homenaje, claro, que a las dos horas empezaron a sentirse mal... hubo que llamar al Doc y hacerles un pequeño lavado de estómago casero.
A las cinco y media de la mañana llegué junto con el resto del equipo que trabajábamos esa mañana en el campamento Samburu. Tuvimos que esperar un par de horas a que se levantasen, y lo hicieron con muy mala cara, vómitos y demás... al menos ese día dieron juego.

Sobre las tres de la tarde regresé al hotel y comí con los demás rafikis. Decidimos hacer una visita al pueblo.
Voi era un pueblo no demasiado grande, lo atravesaba una carretera, que enlazaba con otra principal que unía Nairobi con Mombasa. En las afueras estaba la estación de trenes, por la que pasaba la famosa línea del Lunatic Express, en la que murieron 80 hombres atacados por dos leones durante su construcción. Los llamados Fantasmas de Tsavo. Casi todas las construcciones eran de planta baja, salvo un hotel, un hospital y alguno de los edificios que formaban parte de la calle principal.


Tenía un banco y una oficina de correos, desde la cual, aunque parezca increíble nos podíamos conectar a internet. También había varios supermercados controlados por hindúes, que siempre me recordarán al badulaque de Apu... Incluso había una pizzería, aunque de un estilo un tanto raro.

Los viernes y los martes había mercadillo, y se acercaban hasta el pueblo muchas personas procedentes de las pequeñas aldeas de alrededor. En la parte más elevada del pueblo existía un mercado en el que podías comprar desde fruta, hasta ropa.
Después de pasar la tarde conociendo un poco el pueblo regresamos al hotel.

Estaba cansado y anochecía, faltaba la reunión de reality...
Otro día más.

sábado, 14 de enero de 2006

Una de Gambas, arañas y el Gamba.

Ultimamente cuando leo la prensa me sorprendo con lo que viene publicado, no se si será para llamar la atención del lector y aumentar las ventas, o será que no hay noticias que colgar y ponen cualquier cosa.
El caso es que después de leer los titulares más importantes me detengo y descubro que las arañas, hartas de la subida en los precios de las viviendas, y de que los tabiques ya no sean de rasillones huecos, sino de pladur, han decidido movilizarse y "okupar" nuevas viviendas, cálidas, y con muy buena acústica...
El segundo titular que me llama la atención se refiere a lo peligroso que puede ser para la salud tomar cañas en los EEUU, sobre todo si pides una ración de gambas al ajillo...

Por último leo algo que me hace pensar que para algunos como Iu Forn el insulto es el único modo de llamar la atención, porque de otro modo nadie les leería.

miércoles, 11 de enero de 2006

Diario de un Español en Kenia III
3, 2, 1... ¡¡¡GRABAMOS!!! (11-01-2005)


Ese día empezó el trabajo de verdad. Estábamos nerviosos porque allí no había espacio para el error o la duda... Conexiones en directo a más de 6000 kilómetros de Madrid, 150 personas trabajando en turnos que copaban las 24 horas del día, cuarenta grados a la sombra...


Los concursantes llegaban a primera hora de la mañana. Los campamentos Samburu y Masai estaban preparados, y el Consejo estaba terminado.
Al Doctor Brigato y a mi, nos tocó levantar el telón. Primer turno de mañana en el control del campamento Samburu, desde las 7 de la mañana hasta las 13:30, uno en control y otro con las ENG.

Estábamos en mitad de la sabana con todo tipo de animales a nuestro alrededor, vigilados y supuestamente protegidos por “rangers” una especie de guardabosques, pero bien armados con fusiles; protegían el parque de los cazadores furtivos y tenían orden de disparar a matar si encontraban a cualquier cazador..

Los concursantes habían desembarcado cerca de una laguna en mitad del Parque Nacional Tsavo East. Habían llegado en Overland y se les había entregado un gran cofre cerrado con llave que contenía comida y sus ropas. Además llevaba agua y varios plantones de tomates para sembrar un pequeño huerto.


El sol estaba ya muy alto y pegaba fuerte en toda la sabana, por entonces aún se mantenía verde, pues acababa de terminar la época de lluvias. Los concursantes se las prometían muy felices, y andaban con el cofre a hombros unos metros y se paraban... Estaban a más de cinco kilómetros... Los hombres se quitaron las camisas y las chicas se quedaron en top y tirantes. Rápidamente nos dimos cuenta de que eran bastante tontos, porque la exposición prolongada al sol era bastante peligrosa, por la deshidratación y las quemaduras. Y efectivamente por la noche les tuvo que atender el médico de graves quemaduras solares...

Pasamos toda la mañana en el control esperando la llegada de los concursantes, pero no llegaban, así que a las 13:30 cambió el turno y regresamos al hotel.
Dejamos las cosas en la habitación (L31) y fuimos a comer. Antes pasamos por el meeting point y le pedimos a Nathan un par de Tusker Baridi Sana que traducido del suahili es una cerveza muy fría...

Allí estaban los dos ciervos de Rete, además de Joa, Ara y Chewok, nos reímos un rato comentando las anécdotas del día y nos fuimos a comer.
Una siesta y después unos bombazos en la piscina...
Llegó la tarde y la que sería nuestra primera reunión de reallity (que terminaríamos odiando por lo largas que eran).

Después la cenita y unas copas de Bond 7 con Cola en el Meeting point...

lunes, 9 de enero de 2006

Natura non da, Salamanca non presta


Esta mañana he viajado hasta Salamanca. Tenía que arreglar unos papeles en la Universidad, y ahora que estoy en el paro pues he aprovechado .

¡Qué buenos años pasé en la ciudad charra...!
Cuatro añitos allí, viviendo en piso de estudiantes, con los más diversos personajes y las situaciones más disparatadas.
En esa temporada, el ratoncito Pérez vivió con: Lin, un taiwanés; Yung, una coreana, y Mathew un estadounidense, además de con un vallisoletano, un sevillano, un pajariego y dos ponferradinos.

Pagábamos 21500 pts, (que no euros) por cada habitación, una ganga comparando los precios actuales en Madrid... Al principio teníamos una televisión sin mando a distancia y era un incordio tener que andar levantándonos a cambiar de canal, pero pronto encontramos la solución...
El palo de la escoba!!
Sí, ese era nuestro mando a distancia, y funcionaba bastante bien, hasta que la televisión dejaba de funcionar... unos golpes y volvía a estar en marcha.

Los jueves en Salamanca eran noche de fiesta, (aunque cualquier día podías salir y encontrar garitos abiertos con gente), Camelot, Morgana, las chupiterías, el Gatsby, Potenkin, Medieval, Malibú, Puerto de Chus, La Iguana, Moderno, la posada de las ánimas, la Biblioteca, la Santa Compaña, el pijerío del Garamont... y un montón más de cuyo nombre no quiero (puedo) acordarme...
Lugares para tomar un café con un ligue como el Tiovivo o el capitán Hook...
Uffff! Esas cañas y pinchos en la calle Van Dick, en la calle Libreros, en el Cervantes, en el Unamuno, el Puccini, y el de mis amigos, el Peccata Minuta entre un motón...

A ver si pronto hago una quedada con mis antiguos compañeros y amigos de carrera y volvemos a revivir esos momentos.

Os recomiendo una visita, tanto por sus monumentos como por lo nombrado anteriormente.

sábado, 7 de enero de 2006

No estaba muerta, estaba de parranda...


Parecería una adaptación de las Aventuras de Tom Sawyer, pero no, ocurrió en la vida real:
Una joven de 20 años dejó pasmados a familiares y amigos cuando entró a su humilde vivienda en la provincia argentina de Salta (norte), donde la estaban velando...
Podéis leer más aquí.
Prometo no salir hasta tan tarde la próxima vez que vaya de fiesta, porque luego pasa lo que pasa.
De todas formas suelo llevar el móvil encima por si las moscas, pero vamos, que la chica parece que se excedió un poco, ya le vale a la madre no reconocer a su hija y darla por muerta.

viernes, 6 de enero de 2006

Diario de un español en Kenia II

Wild life lodge, Tsavo East, Kenia. 06-01-05



Pasados unos días comenzamos a adaptarnos a los nuevos horarios (allí amanecía muy pronto, sobre las 5 de la mañana y a las 6 de la tarde oscurecía). La comida era mucho mejor de lo que pensábamos, (eso fue al principio porque luego era bastante mala) aunque las salsas que añadían a la carne sabían igual.


Todos los días teníamos alguna reunión para repartir el trabajo en diferentes grupos. La primera
cabaña de control del campamento Samburu ya estaba terminada, y fuimos el día 4 a probar los equipos. Pronto nos dimos cuenta de que la hoja de minutar fallaba y de que había demasiado ruido en la cabaña como para trabajar con unos cascos puestos.


Habíamos realizado nuestros primeros “safaris” por la sabana, y algunos animales se habían dejado ver, sobre todo monos, antílopes y poco más. Ese 6 de enero nos levantamos temprano, sobre las 5:30, porque íbamos a grabar unos recursos para el desembarco de los concursantes.
La habitación no tenía persianas, unas cortinas evitaba malamente que la luz penetrase dentro. Aquel día vi mi primer amanecer africano en todo su esplendor.


Estuvimos toda la mañana de viaje en overland dentro del parque nacional de Tsavo East para grabar los recursos. Vimos nuestros primeros elefantes, búfalos y algún avestruz.
Volvimos a la hora de comer, el comedor estaba repleto por la gente del equipo. Nos sentamos un momento en el “match point” con una tusker baridi sana, que nos sirvió el rafiki Nathan, estaban calientes, le pedimos que las próximas que estuviesen frías, baridi, baridi sana rafiki.

Después de comer, una pequeña siesta para descansar del safari. Luego, lo mejor para quitarse el calor era la piscina, así que dicho y hecho. El atardecer caía sobre nosotros con rapidez. Una ducha para quitar el cloro de la piscina, vestirse con prendas claras y de manga larga (por los mosquitos) y darse un repelente radiactivo (Relec) por el cuello, manos y tobillos para evitar que el mosquito anopheles (la bicha) nos pegase la variante más peligrosa e incluso mortal de malaria.
Aquella noche quizá fue el cumpleaños del malagueño, no lo recuerdo con exactitud, pero nos invitó a unos J&B carísimos y sin hielo (por consejo del médico era mejor no tomar agua que no fuese embotellada) que nos tomamos en el mirador del Spa, en mitad de una noche llena de estrellas, entre los lejanos ruidos salvajes de la sabana y de los Súper escarabajos voladores que de vez en cuando caían sobre ti sin previo aviso.

Ya de madrugada volvíamos a nuestras habitaciones (ciénagas), abríamos la puerta sin encender la luz para evitar la entrada de mosquitos, y con rapidez nos metíamos en las camas cerrando cualquier hueco con la mosquitera.

¡Hasta mañana rafikis!

jueves, 5 de enero de 2006


¿ Habéis puesto los zapatos a los Reyes Magos?



Ójala nos traigan lo que soñamos

MEJOR ME CALLO...

Visto lo visto, me reafirmo en lo que dije en esta noche es nochebuena y mañana navidad .
A estos hp esta noche carbón... Más información aquí


martes, 3 de enero de 2006

Diario de un español en Kenia I

NAIROBI 06:00 AM 03-05-2005

Aquella mañana madrugamos mucho, a las 7 de la mañana partíamos desde Nairobi hasta el que sería nuestro hogar casi tres meses.
Tomamos un buen desayuno y nos surtimos de varias botellas de agua, pues nos esperaban casi 6 horas de viaje hasta llegar a Voi. Cargados hasta los topes con maletas y parte del equipo (portátiles) salimos del hotel.
En la puerta nos esperaban tres camiones de la compañía Maniago, los mismos que utiliza el ejército, los denominados Overland, no creo que los olvide por la suspensión de ballestas...
Una vez en marcha fuimos dejando atrás calles con toda clase de edificios; por los bordes de las carreteras multitud de personas iban andando desde la periferia hasta el centro de la ciudad. Las calles estaban sucias y descuidadas, y había un olor fuerte, como de basura quemada.


Pasados unos kilómetros abandonamos la ciudad, pero estuvimos más de media hora parados en un control rutinario de carreteras. Reanudado el viaje, fuimos dando botes gran parte del viaje por el mal estado de las carreteras (al principio nos reíamos de los botes, pero cuando llevas seis horas...) Los adelantamientos eran muy peligrosos, y al cruzarnos con otros vehículos, teníamos que tener cuidado de no tener las manos fuera o la cabeza porque pasaban muy, muy cerca.



En la travesía multitud de niños salían desde sus chozas y corrían unos segundos persiguiendo el camión y saludándonos gritando y agitando las manos, siempre con una sonrisa en sus rostros; si les respondíamos se volvían locos de contentos. Aquello fue una de las cosas que más me impactaron y emocionaron al llegar a Kenia...
Hicimos una breve parada en una gasolinera, donde tomamos un refresco y reanudamos el viaje.

Unas horas después vimos el primer elefante, poco antes de llegar a nuestro destino. Voi. Un hormiguero de personas andaban por la calles y gritaban palabras que no entendíamos, algunos levantaban el puño, de forma racista gritando “Black Power”, sus miradas eran en muchos casos de odio o asco. En ese momento pensé: ¿Pero dónde coño me he metido?.


Llegamos al hotel: Wild Life Lodge. Un grupo de personas empezaron a bailar para darnos la bienvenida, nos ofrecieron un zumo de fruta de la pasión y una toalla húmeda para limpiarnos la cara y las manos, que traíamos llenas de polvo naranja. Buscamos en una lista que habitación nos había tocado... El DoctorBrigato y yo estábamos en la misma. Había gente que le había tocado en tienda de campaña, que resultaron ser al final una mierda para vivir tanto tiempo.


L31, era nuestra habitación, dos camas y una supletoria, con sus correspondientes mosquiteras, un baño con ducha, lavabo y váter que se movía (volcaba).




Teníamos un gran ventanal desde el que se veía el parque Tsavo y una charca a la que bajaban a beber los animales. La habitación era un lujo, nos temíamos algo peor.

Ya estábamos allí... en mitad de la sabana africana, a más de 6600 kilómetros de casa!!!

lunes, 2 de enero de 2006



Espinete se casó al final con Chema el panadero.


Hace unos días el mito del coche fantástico se desmoronaba sin remedio, y hoy Barrio Sésamo comienza su debacle...
Juan Sánchez, (el panadero) está felizmente casado con Chelo Vivares (Espinete), y ya eran novios antes de empezar la famosísima serie infantil.
Bueno, tampoco es tan grave, ayer ví en la televisión como una mujer se ha casado con un delfín en Israel.

¿Es tan difícil encontrar la pareja ideal?... espero que no.

P.D. Estoy viendo los Simpsons y da la casualidad de que en el repetido capítulo de hoy viajan a África, como yo hace exactamente un año, que, a estas horas estaría sobrevolando Egipto o Somalia....