viernes, 31 de marzo de 2006

Del macrobotellón a la megaorgía

Parece que los botellones no son lo único que logra hacer unión entre los jóvenes.
Me llega este SMS:
«Mega-orgía internauta, 31 de marzo viernes en la playa de Sopelana a partir de las 21:30. Pásalo».


¿Quién se apunta?

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domingo, 26 de marzo de 2006

Jodidos pero contentos.

Se aproxima el mundial de fútbol, y algunos países están entusiasmados con su selección. Es el caso de Inglaterra, cuyo Gobierno ha decidido que no hay mayor apoyo a la selección que tener contenta a la gente, y ha bajado o congelado los impuestos de algunos objetos de primera necesidad, y de este modo si las cosas van mal en el mundial, podrán decir que están jodidos pero contentos...


Se espera que los ciudadanos respondan positivamente a esta iniciativa, o al menos puedan ahorra un poquito y dedicar ese dinero a detergente, o a comprar determinado tipo de ropa...

¿Seremos los españoles así?. Espero que se cumpla el dicho “Spain is different”

viernes, 24 de marzo de 2006

El ratoncito ya no madruga, ahora casi pernocta.
Después de un mes de tira y afloja, al final entré a trabajar (por fin) donde me gusta. Un cambio radical, comenzando por los horarios, antes de 7 a 16 y ahora de 15 a 23.
Por eso el blog se ha quedado un poco huérfano. Tengo que adaptarme a los nuevos horarios... Cuando el trabajo comience a rodar, imagino que podré bloggear habitualmente. Aprovecharé el fin de semana...

domingo, 19 de marzo de 2006

Diario de un Español en Kenia X
La cueva de Alí y el Kim 4 love (25 y 26-02-05)

(Continua del anterior.)

Ya estábamos listos para salir a cenar algo por la zona. Salimos del hotel y cruzamos la carretera para tomar un par de “Tusker baridi sana” (Cervezas muy frías) en una pequeña terraza. Allí nos indicaron que dirección tomar para llegar a “La cueva de Alí”, un restaurante dentro de una cueva de coral.
Estuvimos esperando media hora a que pasase un matato, que nos acercó hasta el lugar. Estaba cerca pero ya se sabe que los caminos de África son complicados, y una vez que cae la noche no se recomienda viajar, tanto por el estado de las vías como por la existencia de bandas de ladrones armados muy peligrosos.


El matato nos dejó en mitad de la carretera, y el conductor nos indicó que “La cueva de Alí” estaba a unos metros siguiendo un pequeño camino que se internaba en la maleza.
Allí estábamos Brigato, J., J.M., P., C., P., y yo, en mitad de la carretera, iluminados por la luz de la luna y un poco extrañados del lugar. Nos pusimos a andar siguiendo las explicaciones del conductor, por el camino abierto entre la maleza que era visible gracias a la luz tenue existente esa noche. Efectivamente a menos de un kilómetro apareció una pequeña construcción con varios vehículos en el exterior, un poco más allá se percibía el sonido del mar.

Entramos en el restaurante y lo primero que encontramos fue una pequeña escalera de caracol que bajaba a una cueva de coral, descubierta por casualidad medio siglo antes. Alguien avispado la convirtió en restaurante de lujo, y al parecer funcionaba de maravilla.
Era un lugar tranquilo y acogedor, tan solo una decena de mesas y un pequeño bar formaban su mobiliario. Una parte del techo de la cueva estaba descubierto y por el mismo se colaba la luz de la luna.
La velada fue de las mejores, como siempre gozando de la mejor compañía, con las habituales bromas y siempre presentes risas que caracterizaron y caracterizarán nuestro grupo de principio a fin.

De la comida, que decir... todo estaba riquísimo, y por primera vez comí verdadera carne en África. Los demás optaron por otros platos, y, como no, langosta, aquellos que no la habían comido al mediodía. No faltaron tampoco ostras y postres variados, todo acompañado por un buen vino.
Cuando terminamos de cenar preguntamos por algún lugar para tomar algo. Nos dijeron que cerca de allí había un pub muy conocido. En la puerta, un matato del propio restaurante nos acercó hasta el lugar, el “ShakAtak”.
El "ShakAtak" era una conocida discoteca de la zona. Al llegar, una multitud de taxis y coches paraban para dejar y recoger gente. El matato nos dejó en la puerta y fuimos entrando, pero para franquear la entrada había que pasar un control; en la puerta había que depositar todos los objetos metálicos y dejarlos en una especie de consigna, después una persona te pasaba un detector de metales para asegurarse de que no entrabas portando ningún tipo de objeto metálico peligroso, como cuchillos o armas por ejemplo...
Una vez dentro nos dimos cuenta de que aquello se parecía mucho a cualquier garito europeo, con una gran barra y una pista de baile. Había mucha gente joven, y varios grupos de extranjeros. Hubo un par de espectáculos musicales con bailarines/as y después la gente se puso a bailar y hablar.
Hasta ese punto todo normal, el problema comenzó cuando las chicas de allí empezaron a intentar “ligar” (por llamarlo de algún modo) con nosotros. Cierto es que allí la gente en ese aspecto quizá es más liberal o tienen otro concepto diferente, pero a nosotros nos parecía que estábamos en un club... también hay que decir que muchas chicas de las que allí había eran espectaculares y también salían a ligar, vamos que Naomi Campbell a su lado no destacaba nada. Allí estuvimos bailando varias horas, integrándonos con la gente hasta que nos cansamos y volvimos al hotel.
A la mañana siguiente tras un pequeño desayuno en el "Glory Palace", volvimos a la playa para dar un paseo y despejarnos. Un grupo se embarcó en una pequeña barca para ver el arrecife de coral y hacer snorkel, mientras los demás tomamos el sol en la blanca arena de playa.
Se aproximaba la hora de comer y nos dirigimos al “Kim 4 love”, un restaurante que a principios de la década de los noventa sufrió un grave incendio que lo destruyó por completo. Al parecer, era uno de los primeros hoteles de lujo de la zona y gozaba de gran prestigio, pero los empleados eran explotados, y el dueño no accedía a las peticiones de sus trabajadores, humillándoles día tras día, hasta que un día hartos de tantos abusos, prendieron fuego al hotel que fue pasto de las llamas. Ese hotel se convirtió en todo un símbolo por los derechos de los trabajadores.
Años después había sido comprado por un músico bastante famoso en Kenia (que precisamente le había puesto ese nombre) y ahora pretendía reconstruirlo, de momento un pequeño local hacía las veces de restaurante. Comimos a pie de playa, y nos dimos un pequeño baño en el océano. Teníamos que volver a Voi para la reunión de Reality y estábamos muy lejos...
Brigato, J., y yo regresamos al Glory Palace para recoger nuestras cosas.
Cogimos un matato y realizamos el camino inverso al que habíamos hecho el día anterior.A las ocho de la tarde estábamos de regreso en el hotel del equipo, cansados pero contentos...

jueves, 16 de marzo de 2006

IMPROBABLE, NO IMPOSIBLE.

Uno más uno o los pornoeuros

Cada vez que abro la cartera y me encuentro con esas piltrafillas de 0,01; 0,02 e incluso a menudo las de 0,05 euros, las saco y las introduzco en un bolsillo del pantalón. Cuando llego a casa y dejo la cartera, lo siguiente que hago es “limpiarme” de esas monedas. Las deposito todas en una caja de plástico que guardo en un cajón del escritorio, y poco a poco he hecho un gran montón, y ¿A qué viene esto?, pues porque los alemanes (con lo serios que parecen) han inventado los nuevos billetes de euro, y por lo visto están cotizadísimos, tanto que al principio no valían nada y hoy... Yo por eso hago lo mismo, por si algún día esta chatarra sirve de algo (no creo) y consigo ahorrar y comprarme por ejemplo un coche, porque un coche debe ser caro ¿verdad?, es que no estoy muy enterado de los precios actuales de los automóviles, pero lo que está claro es que en México para conseguir un coche gratis hay que dar muchas vueltas...

lunes, 13 de marzo de 2006

Diario de un Español en Kenia IX

Diani Beach, Glory Palace. (Mombasa 25-02-05)

El tiempo pasa deprisa y si lo estas pasando bien, mucho más... Los días se sucedían incesables y comenzábamos a pensar con tristeza en el final de nuestra aventura, pero antes quedaban muchas cosas por ver y hacer.

El fin de semana librábamos casi todo el grupo de amigos que por cosas del destino no habíamos juntado desde el primer día y hecho inseparables. Nos denominábamos el “Amor e Vita”, pero eso es otra historia...

Esta vez decidimos ir más allá y pasar todo el fin de semana en Mombasa, para poder aprovechar al máximo el tiempo libre. Como ya conocíamos el funcionamiento del transporte nos lanzamos a coger el bus que hacía el trayecto Nairobi – Mombasa. Para pasar la noche del sábado al domingo alguien del equipo nos habló de un hotel cercano a la playas de “Diani”, al sur de Mombasa.

A las cuatro de la mañana estábamos esperando el bus en la plaza principal de Voi, y para no variar venía con retraso... pole, pole (despacio, despacio). Sobre las cinco subimos al bus y realmente tuvimos suerte porque quedaban las plazas justas. El vehículo se puso en marcha dando botes, y así seguiría durante las tres horas que duró el trayecto.
El auto
bús estaba lleno de insectos que subían e intentaban escapar por los cristales de las ventanas, en aquel momento no quise ni pensar que tipo de bichos serían, porque con las primeras luces del alba desaparecieron, volviendo a sus escondites, ahora crei que podrían ser chinches... afortunadamente a los pocos kilómetros de viaje me quedé dormido.

Sobre las ocho de la mañana me desperté, estábamos llegando a Mombasa. El mal estado de la carretera en su tramo final, hacía que el bus diese unos botes increíbles.
El
vehículo nos dejó en el centro de la ciudad, y allí preguntamos por los “matatos” que iban hacia el ferry. No tardamos demasiado en encontrar uno que nos acercó hasta allí, en mitad del caos circulatorio. Atravesamos un pequeño mercado de pescados y bajamos hasta la entrada al ferry. Eran dos grandes embarcaciones cargadas de personas y vehículos que surcaban constantemente el trozo de mar que dividía en dos la ciudad.


Una vez en la otra orilla buscamos otro matato que nos llevase hasta “Diani Beach”, con la gran cantidad de matatos existente volvimos a subir a otro en pocos minutos, tras regatear el precio del viaje (esta vez nos timaron) y en una media hora estábamos entrando por la puerta del “Glory Palace”, el hotel del que nos habían hablado.



Era un pequeño hotel de tres plantas, con piscina y poco más. Las habitaciones

no disponían de mosquiteras y los baños... estaban un poco mal. Cierto es que esto nos importó muy poco, pues no pensábamos pisar el hotel salvo una horas para dormir y descansar. Llamaba la atención la seguridad de las habitaciones... un gran candado servía para evitar la entrada de ladrones.

Dejamos las cosas en las habitaciones y salimos ya en bañador hacia la playa, que estaba a menos de un kilómetro.
Por aquella zona el acceso a las playas es privado y o entrabas por alguna entrada lejana y pública o te colabas en uno de aquellos hoteles de lujo junto a pie de playa. Ese primer día optamos por lo primero, por lo que tuvimos que caminar bastante, pero obtuvimos a cambio una gran recompensa. El Índico en todo su esplendor a nuestros pies.



Aunque la marea estaba baja, y una gran cantidad de erizos de mar intimidaban bastante el momento de darse un baño, ni cortos ni perezosos nos introducimos en las templadas aguas, eso si, con chanclas y mirando muy bien donde pisábamos...

Intentamos llegar hasta un arrecife de coral que protegía la costa de las fuertes embestidas del mar, pero resultó imposible. La marea estaba comenzando a subir y lo hacía rápidamente por lo que decidimos no correr riesgos y volver.

J., J.L., el Brigato y yo, que íbamos juntos ese día, salimos de la playa en busca de un buen lugar para comer, pues la caminata y el mar no habían abierto el apetito.
Encontramos un local vacío en el que nos sirvieron unas buenas langostas, acompañadas de vino, ensalada y otras cosas que ahora
no recuerdo, pero que sin duda saciaron nuestra gula, y todo un precio que arruinaría a Telepizza!!!.


Con el estómago lleno, fuimos a visitar las tiendas de recuerdos que había paralelas a la carretera. Tenían de todo, podías encontrar: collares, pendientes, camisetas, telas, máscaras y sobre todo figuras de madera, algunas de ébano; pero lo que más me llamó la atención fueron unos pequeños muñecos hechos de madera, telas y una especie de esparto. Eran muñecos de vudú, algunos bastante antiguos, como sucios... daban un poco de grima, pero muy curiosos, tanto, que estuve a punto de traerme uno. Otro objeto que también despertó mi curiosidad fue una especie de muñeco de metal dorado, que representaba la figura del típico explorador de época Victoriana, con el sombrero y todo, debía de tener muchos años, pues eran toscos y el metal estaba golpeado y descolorido. Lo cogí con las dos manos, era bastante grande, y pesaba una barbaridad... Me hubiese gustado comprarlo, aunque era caro, pero el peso y la posibilidad de que en la aduana me crujiesen, me quitó la ilusión.A parte de estas figuras, que estaban en una tienda de antigüedades, había también instrumentos musicales hechos con todo tipo de frutos endémicos, con formas y aspectos muy variados.

Compramos algo, que ya no recuerdo, y salimos de la zona, en dirección al hotel, pero antes deseábamos darnos un chapuzón en el Índico, ahora que ya había subido la marea. Esta vez para acceder a la playa nos colamos por la entrada de un hotel de lujo el “Leopard”, tenía en su interior varias tiendas todo muy pijo y con unos precios desorbitados.
Llegamos a la playa, que estaba en una pequeña cala a la que se accedía por una cueva. Había oleaje y no nos atrevimos a nadar mucho, pues la resaca era bastante fuerte, pero el baño nos sentó genial.

Regresamos una hora después a nuestro hotel, pero por el camino J.L. tuvo tiempo para regatear y cambiar una toalla por una figura de ébano, bastante fea por cierto, pero por una toalla ¿Qué se podía esperar?. A mi me querían comprar las chanclas, y eso que eran un regalo del Mc Donalds, que me dio el Brigato, ya que yo me dejé las mías en España.

Cuando llegamos al “Glory Palace” nos dimos un buen chapuzón e hicimos unas bombas en la piscina, para quitarnos toda la sal del océano. En eso estábamos cuando llegaron los otros “rafikis”: P., J.M., P., C., y P.

Subimos con ellos a las habitaciones para cambiarnos y prepararnos para salir a cenar algo. (Continuará... y subiré más fotos si blogger me deja, porque hoy tiene el día tonto de cojo...)

sábado, 11 de marzo de 2006

Un correo de hace dos años...

Subject: gracias Sent: Tuesday, March 16, 2004 4:44:54 PM

Hola!!!

Quería agradeceros a todos el haberos preocupado por mí, porque algunos sabéis donde vivo pero otros no. Se que muchos han llamado pero los móviles no funcionaban en esa zona.
Para los que no lo sabéis vivo a sólo 50 metros de la estación de Atocha. Gracias a Dios a esa hora aún no me había levantado, pero el ruido brutal de las dos explosiones en la estación me despertaron cinco minutos antes de la hora habitual. En un primer momento no sabes muy bien lo que ha pasado, pero lo intuyes...

Las ventanas del piso en el que vivo dan a una calle (xxx) desde la cual no se ve directamente la estación por lo que no vi nada, hasta que a los tres minutos comenzó a pasar gente corriendo, azafatas del AVE y empleados de la estación, luego un horror de sirenas de ambulancias, policías, bomberos, y al poco tiempo nuestra calle quedó totalmente desierta, salvo por policías acordonando la zona.
La casualidad hizo que J. (un compañero de piso) y yo el día de antes, quedamos con J.M. y D. (los otros dos compañeros del piso en Salamanca) en su casa de Alcalá de Henares para ver el partido entre el Madrid y el Bayern. Salimos en un tren desde Atocha y para volver cogimos el último tren de regreso a las 23:25 de la noche (que de milagro no perdimos).
Es una sensación muy extraña el pensar que por poco nos quedamos a dormir en Alcalá para regresar por la mañana, porque yo entro a trabajar a las 9:00...

Muchos de vosotros sabéis la mala suerte que tuve en xxx al coincidir con un Expediente de Regulación de Empleo que ha hecho que desde octubre en mi área no contraten a nadie (incluso para las elecciones, como me comentó mi jefa que contaban conmigo y que a lo mejor para la campaña y post elecciones iban a llamarme...) Pues bien, desde el 1 de julio hasta el 31 de Septiembre yo cogía en la estación de Atocha a la misma hora y en la misma vía el tren con dirección hasta Chamartín para dirigirme luego hasta Plaza de Castilla y coger un bus hasta xxx...

Después de unos días, sientes un no se que por dentro que no te deja en paz, y un malestar..., no por miedo, porque no tienes miedo sino rabia y algo muy raro que no se puede explicar.

Ese mismo día y los siguientes, ese silencio de la gente por la calle, las miradas perdidas, el tráfico por las calles sin apenas bocinas, sólo sirenas de ambulancias y de la policía recorriendo la ciudad ante la avalancha de amenazas de bomba que se surgían en los diferentes puntos de la ciudad...

Creo que aún no he asimilado lo ocurrido, parece como si no hubiese sido aquí, pero cuando regreso a casa de trabajar y veo los centenares de velas, flores, pancartas... junto a la estación... te das cuenta de que lo que ha pasado te ha podido pasar a ti y que no es a miles de kilómetros, sino a unos metros...

Pues eso, muchas gracias a todos y un abrazo muy fuerte.

miércoles, 8 de marzo de 2006

TODO POR UN COLLAR...

Hace una semana, el Doctor Brigato y un servidor, salimos a dar una pequeña vuelta por la gran ciudad. Habíamos quedado para fijar los puntos clave de nuestra (ojalá) futura charla profesional... Después de hacer unos pequeños ajustes, al trabajo, bajamos a por unos kebaths para cenar. Era martes de carnaval, pero no se notaba.
La semana de antes habíamos estado comentando lo bien que lo pasamos hace dos años precisamente el martes de carnaval. Apenas lo dudamos un instante antes de decidir probar suerte y salir para comprobar si esa fiesta importada seguía celebrándose...

Sobre las 23:30 nos dirigimos al local, pero no hubo suerte, habían sustituido la fiesta de la que hablo, por una fiesta latina... decepcionados fuimos a dar una vuelta por otros locales cercanos, pero nada... no había casi nadie, un par de copazos en dos garitos muy conocidos en los que nunca había estado, y para casa...
Una verdadera lástima, porque habría ilustrado este post con alguna foto curiosa. De todos modos os contaré como fue aquella fiesta; aquella fiesta que descubrí de casualidad, cuando un Relaciones Públicas me dio una especie de invitación, cuando buscaba con mis por entonces compañeros de trabajo, un lugar para comer aquel día. Cuando leí lo que ponía en la tarjeta me eché a reír...
“Después del gran éxito del año pasado XXXXXX celebra la II edición del Mardi Gras, la única fiesta en la que las chicas te enseñan las tetas a cambio de un collar...”
La verdad es que nos picaba la curiosidad y al final fuimos... M., J., el Doctor y Yo.
El local estaba abarrotado de gente, el género masculino superaba claramente en número al género femenino, pero por lo general siempre pasa lo mismo...
Al principio no vimos nada que mereciese la pena, hasta que pasados unos minutos, empezó la locura... varias chicas iban pidiendo collares a los chicos ( que te daban tras pedir una consumición ) los chicos podían dar o no el collar, pero si lo dabas pues la chica cogía se subía la camiseta y te enseñaba las...
Nos reímos muchísimo, la gente se agolpaba, y había por allí cada personaje!!!. Incluso una animadora tuvo que enseñar un pecho a petición del público... Quedaron dos chicas finalistas y para desempatar, la ganadora, hizo un “integral”, coreada por todo el mundo... Ganó un viaje a Nueva Orleáns y 600 euros para gastos.
En ese momento decidimos irnos de allí porque la gente empezaba a estar un poco mal... y podía suceder cualquier cosa...
Pero eso fue hace dos años, porque este año, nada de nada.
Bueno, para el/la que quiera ver un ejemplo de fiesta he aquí una breve pero explícita muestra.
Que la disfrutéis!!!

lunes, 6 de marzo de 2006

IMPROBABLE, NO IMPOSIBLE.
¿¡¿¡Desodorante de tipo familiar!?!?
Las juergas a determinada edad pasan factura.
Tu cuerpo ya no aguanta como antes y las resacas son más largas y peores... a esto se suma el que tengas alguna responsabilidad con respecto a tu pareja... (si la tienes en ese momento claro!) Todos alguna vez hemos salido a espaldas de nuestros/as respectivas/os (lo de pecar ya son palabras mayores, pero salir seguro que si).
Después de la juerga llegan las complicaciones... y hay mucha gente que tiene miedo a dar la cara, por eso inventan alguna excusa...
Esas juergas en numerosas ocasiones vienen acompañadas de excesos, como puede ser alcohol por poner un ejemplo; pero una cosa son los excesos y otra cosa es no saber leer las instrucciones y la “aplicación” de los envases (intentatando pensar bien, ja, ja, ja.)

sábado, 4 de marzo de 2006

MONEY, MONEY, MONEY...

Algunas veces pienso que hace diez años teníamos más libertades que ahora, y que poco a poco se va estrechando un lazo invisible que nos imponen y que aceptamos unas veces a regañadientes, otras sin mas.

A pesar del potencial informativo del que gozamos hoy, el mayor de la historia, que seguirá avanzando, día a día, existen trabas y escollos cada vez más difíciles de salvar.

Lo peor de todo es que esos escollos son casi siempre de tipo económico... Intentan llenarnos la cabeza de mentiras que ni ellos mismos creen, nos llaman ladrones cuando lo que ven es su imagen reflejada en el espejo, aquí los únicos ladrones son aquellos que imponen cánones a todo y por todo. No quiero ni hablar de la Sociedad General que todos conocemos... EL AUTOR DE ESTE BLOG se niega a crear algo para que ellos lo exploten, y desde ya mismo autorizo a todo el mundo a citarme libremente con fines comerciales o no.

Os preguntaréis ¿A qué viene esto?

Pues a que estoy encabronao con lo que acabo de leer AQUÍ

Estoy de acuerdo en que se deben respetar los derechos de autor, pero ¿A qué viene eso de cobrar por citar o por hacer resúmenes o abstrad?,¿Cuál es el siguiente paso?, ¿Cobrar por nuestra libertad de expresión?.
Vamos, que veo ya anuncios del tipo:

--Pague usted tan solo 3 céntimos por publicar su post (un céntimo más para gastos de mantenimiento e inspección de contenidos)

--Sus lectores pagarán tan sólo 1 céntimo por opinar.

Recuerde que si no velamos por usted y sus opiniones ¿Quién lo haría?

Todo por el money, money, money...

miércoles, 1 de marzo de 2006

Diario de un Español en Kenia VIII
El hombre y la tierra. Tsavo East (01-03-05)

Casi había pasado un mes desde la unificación de los dos campamentos pasando a ser uno solo unificado que estaba a varios kilómetros del hotel. Cada madrugada un Overland cargado con el equipo viajaba durante hora y media hasta llegar al lugar.

Habíamos dejado de lado las vistas de la sabana cambiándolas por un pequeño valle surcado por el río Galana. Era un lugar más apropiado y los concursantes daban más juego al programa.


La zona era bastante peligrosa, pues la vegetación era más cerrada y elevada, con lo que no veíamos lo que teníamos a escasos metros...

Aquella mañana parte del equipo de control salimos a hacer una pequeña excursión por la cuenca del río. Íbamos acompañados por dos rangers para protegernos de cualquier peligro inesperado... Estábamos a mitad de la estación seca lo que había casi secado el río, todo lo contrario que en la época húmeda. Según explicaciones de uno de los rangers, el año anterior, siete rangers habían muerto ahogados muy cerca de allí, cuando una tromba de agua arrastró el land rover mientras realizaban la ronda de vigilancia para evitar la caza furtiva.

Por el tamaño de la cuenca y los restos que se observaban en la vegetación cercana, el río debía adquirir unas dimensiones terroríficas en esa época.
Caminamos con dificultad, rumbo sur, siguiendo la corriente y saltando de roca en roca. De vez en cuando veíamos pisadas de animales en el lodo, las de Hipopótamos y las de los elefantes eran enormes...
Hipopótamos era lo que buscábamos.

Caminábamos despacio, muy atentos, siguiendo las indicaciones de los Rangers, pues aunque parezca mentira, estos animales acaban con más vidas humanas que cualquier otro en África.
Tras varios minutos andando atravesamos uno pequeños rápidos y a lo lejos descubrimos un pequeño grupo de hipopótamos casi sumergidos.
Nos movíamos despacio para evitar enfurecerlos... pronto nos situamos a su altura. Era un grupo de doce hipopótamos, dos de ellos eran crías de unas pocas semanas. Nos miraban desafiantes y bufaban lanzando agua por sus hocicos.

Después de ver el espectáculo regresamos contentos al control del campamento, la excursión había merecido la pena.

A media mañana los concursantes tenían que disputar un juego y como nadie se quedaba en el campamento, varios fuimos con ellos en el Overland.
Atravesamos gran parte del parque Tsavo hasta llegar a la localización.
En la travesía pudimos ver varios animales, elefantes, cebras, jirafas e incluso algún búfalo.


No recuerdo quién ganó el juego, pero aquel día, las excursiones se convirtieron en verdaderos safaris.