domingo, 19 de febrero de 2006

Recuerdo en tu honor.

Sin decir adios, así te fuiste, sin darnos una oportunidad para discutir contigo. No te gustaban las despedidas... sé que por eso te marchaste sin avisar, sin dar jamás una pista de que querías irte...

Plantado en mitad de la nada, vestido de negro, como siempre, con alguna de aquellas camisetas de AC/DC, Extremoduro, Reincidentes, Skape y como no, de los Suaves... la barba de una semana, a veces perilla, pelo largo, vaqueros ajustados al máximo y botas militares, pulgares en los bolsillos y piernas abiertas, en plan malo, malote... pero tú no habías nacido para ser malo, nunca tuviste capacidad para hacer mal; de tu boca podían salir auténticas barbaridades, pero siempre bromeando, con una eterna sonrisa y unas carcajadas particulares.

Sobre todo nos veíamos los veranos, en las concurridas verbenas rurales. La gente de tu pueblo y la del mío, hermanos fronterizos, grandes amigos generación tras generación... Las innumerables veces que coincidíamos, la diversión estaba asegurada.
Todavía me da risa recordar algunas situaciones como, cuando en P. sacasteis un saco lleno de sandías del maletero del sufrido Talbot Horizon... toda la gente mirando como comíamos sandía a las 4 de la mañana y contabais la historia de las sandias!!!.
Eras un tipo alegre, con una capacidad ilimitada para hacer sonreír a la persona que tenías al lado. Cuando te fuiste, tu grupo de amigos prácticamente se disolvió, eras la cadena de unión entre ellos... G. tu mejor amigo, un tío estupendo, con un carácter similar al tuyo, no ha vuelto a ser el mismo, ni lo será...

Me pregunté tantas veces por qué, por qué... y no lo comprendí, nadie lo comprendió, quizá un arrebato, un momento de enajenación, locura?... Imposible, tu forma de actuar eliminaba cualquiera de esas causas... ¿Qué te pasó?.
Intento situarme en ese instante, momento premeditado, durante tanto tiempo, ¿Cuántas veces te habías parado en el mismo lugar?, ¿Cuántas veces habías estado a punto de hacerlo...?

Te imagino en aquel lugar, empañando con el aliento el cristal, agarrando con fuerza el volante y con la mirada perdida en el horizonte; todos los días a la misma hora, cinco minutos arriba o abajo, ¿qué más daba?. Estoy seguro de que lo habías intentado tantas veces...
Pero aquella tarde te saliste con la tuya.
Cuando apareció en el horizonte desviaste la mirada hacia el reloj de la Renault Express, hoy el tren se había retrasado tres minutos...
La puerta se abrió y bajaste decidido, en unos segundos el tren llegaría y esta vez no querías perderlo... no necesitabas ninguna maleta, el equipaje lo llevabas dentro de ti.
Avanzaste con pasos decididos y te colocaste en el lugar que habías deseado durante tanto tiempo. El tren estaba muy cerca y le diste la espalda... no querías ver como llegaba, aunque los intensos y repetidos pitidos de la locomotora cada vez sonaban más cerca... no querías saber lo cerca que estaba, sacaste los pulgares de los bolsillos para tapar tus oídos...

El maquinista no pudo parar a tiempo, y te marchaste de viaje para siempre.

Buen viaje amigo José.

10 comentarios:

Doctor Brigato dijo...

Tron!!!!!!!!!!!!!!
No sé ni que decir.........

El Ratoncito Pérez dijo...

Ocurrió hace cinco años, y este post se lo he dedicado por hacer algo en su memoria.

Anónimo dijo...

¿Quién puede entender algo así?

gemuchi dijo...

uff ratoncito..hasta el último vello de punta se me ha puesto. Buen homenaje.

Siempre he pensado que hay que ser muy valiente para tomar tal decisión..la gente sigue pa´lante porque sabe que lo que se encontrara después no puede ser muy distinto a lo que ya conocemos..pero los que deciden emprender ese viaje..ufff, yo no tengo valor para viajar a ese mundo totalmente desconocido.

Anónimo dijo...

Sin palabras me he quedao....
SHEREZADE.

Anónimo dijo...

Es el mejor recuerdo a su memoria que le has podido dedicar.
SHEREZADE

Cirene dijo...

Solo él sabrá porque lo hizo. Hace mas de 15 años el hijo mayor de mi jefe hizo lo mismo con 16 años. No se puede saber que les pasa por la cabeza, son al mismo tiempo cobardes por tomar el camino facil de quitarse de enmedio, pero en el fondo tienen la valentía de ponerse delante de un tren en marcha, escuchar como se acerca y no moverse hasta que son arrollados. Lo peor siempre le queda a la familia y los amigos.

El Ratoncito Pérez dijo...

Es cierto cirene, su familia lo pasó fatal, se sentían culpables porque ni ellos mismos esperaban algo así.

criztina dijo...

Queda en tu recuerdo, y en el de todos sus amigos.
La cabeza, a veces, es una mala compañía.... cuando asaltan locuras de estas deberíamos tener un botón que la desenganchase del cuerpo hasta que se pasara la estupidez.
Seguro que el, ni se planteó el daño que podría causar a quien se quedara en este mundo. Otra vez, la cabeza le jugó una mala pasada.
Aunque parezca una chorrada, siempre hay caminos alternativos para todo... y ese no lo es, es sin salida.

Un besazo, y lo siento.

III Naranjas Verdes dijo...

Seguro que desde su trono de nube, al leerte, ha sonreído.

Lo siento.

Besis