jueves, 20 de abril de 2006

Diario de un español en Kenia XII
Viaje en el mítico "Tren Lunático o Lunatic Express" (12-03-05)
Esperando en el interior de la estación de trenes, en uno de los andenes escuchamos en la lejanía un sonido que poco a poco se iba acercando. En unos minutos y casi en la oscuridad una locomotora diesel entró en la estación. Encabezaba un número indeterminado de vagones, que parecía no acabar nunca. La máquina comenzó a reducir la velocidad con un ruido metálico que no cesó hasta que se detuvo.

El grupo de viajeros que teníamos que subir al tren seguimos las indicaciones de un joven que llevaba una pequeña linterna y nos hacía señales para que le siguiéramos hasta un vagón.
Subimos en medio de la oscuridad a un vagón sin ningún tipo de iluminación por lo que tuvimos que utilizar mecheros y algún móvil para andar hasta nuestro coche cama.
Antes de encontrarlo el tren se puso en marcha por lo que la búsqueda se complicó, hasta que por fin llegamos al vagón.
El interior era como una especie de litera en ambos laterales, y de frente una ventana. Me subí de un salto arriba y coloqué los “cinturones de seguridad”. Entre bromas me quedé dormido.

Pasadas tres horas me desperté por la claridad y por el sonido de un triángulo, que uno de los camareros del tren iba tocando vagón por vagón, al “estilo casa de la pradera” para avisar de que en unos minutos comenzaría a servirse el desayuno en los vagones restaurante.
Salimos del vagón hacia el pasillo para observar el amanecer, pero desgraciadamente las nubes impidieron sacar una bonita foto...

Después visitamos el vagón restaurante, donde nos sirvieron un buen desayuno, compuesto por zumo de naranja, unos huevos fritos con salchichas, tomate, bacón, una taza de café y un par de tostadas con mantequilla y mermelada.

La decoración del vagón me hacía recordar aquellos legendarios viajes de principios del siglo XX, con las cortinas y aquellos cubiertos tan peculiares.
El techo del vagón tenía colocados ventiladores giratorios que no dejaban ningún ángulo sin ventilar, y aquello era de agradecer.

La historia y todo lo que rodea al Lunatic Express se ha convertido en leyenda, que en un próximo post intentaré de acercaros, pues, merece la pena conocer la historia de esta mítica línea ferroviaria, con lo que supuso su construcción y los hechos que acontecieron durante la misma.
A las nueve de la mañana llegamos a Mombasa. Allí cogimos un taxi que nos llevó hasta la plaza cercana al Fuerte Jesús en Old Town, justo frente al puerto.

Allí nos encontramos con los demás que habían viajado en Land Rover desde Voi.
Otro viaje en el Lunatic Express aquí

3 comentarios:

Anónimo dijo...

esa foto levantando los brazos en plan victoria es los más.Te salió la vena hernán cortés,jejeje

Anónimo dijo...

Ah!! y ya veo que tienes fijación por posar así para las fotos,,, porque me acabo de dar cuenta que en el post anterior, hay otra foto con la misma postura,jejej

Anónimo dijo...

I'm impressed with your site, very nice graphics!
»